
En mi anterior entrada relaté lo sucedido con una profesora de mi secundaria. Desde tal momento no he sentido más que paz y tranquilidad. Me dice mi mentor de Filosofía que eso se debe a que cuando la paz viene es porque somos valientes. Tuvo su precio pequeño que fue una boleta de puntos menos, pero compradado con la fuerza y tranquilidad que tengo en mi espíritu, valió la pena. No me arrepiento en absoluto de lo que dije y nunca lo haré.
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